MAXIMALISMO: EL ARTE DE EXAGERAR CON CLASE

Joss Estañol
24 jul
2 Min. de lectura

Por Izel Zanic

¿Consideran que el vestir y accesorizar es como hacer arte todos los días?, últimamente no sabemos si es la edad o estamos en un mood en nuestras vidas donde consideramos que convivimos en un mundo cada vez más saturado de lo mínimo, lo neutro y lo predecible, y es que el ¡maximalismo regresa como un grito de identidad.! No se trata solo de más, se trata de más con intención, más con presencia, más con historia. Y cuando hablamos de accesorios, hablamos del campo de batalla perfecto para esta revolución estética.

Cadenas gruesas. Anillos en cada dedo. Lentes de sol imposibles. Aretes como esculturas. Broches vintage. Plata, oro, cristales, perlas, todo junto, todo ya.

Tus accesorios favoritos van juntos , todo al mismo tiempo.

El maximalismo no pide permiso, entra y se sienta al frente porque se trata de que seamos más visibles que nunca. Es la estética que ha sido adoptada por editoras de moda, herederas digitales y diseñadoras que entienden que lo personal es político y que lo visual es poder. Ya no se trata de combinar o encajar, se trata de contrastar. De mezclar estilos, eras, y símbolos sin miedo a “recargar” y "recergar".

¿Quieres reglas? Aquí van tres:

No hay reglas.
Si crees que es demasiado, agrega uno más.
Todo lo que lleves, haz que hable de ti, que tus accesorios hablen por ti.

La joyería dejó de ser complemento. Ahora es statement. Es tu carta de presentación incluso antes del saludo. Piensa en collares que rozan el exceso, en pendientes que desafían el equilibrio, en capas que transforman lo cotidiano en escenografía.

Las generaciones millennial y Z no usan accesorios, los editan sobre su cuerpo como si fuera un moodboard viviente. Combinan Balenciaga con joyería de bazar, herencias familiares con diseño 3D, vintage francés con acrílico fluorescente. Saben que la estética no es algo que se compra, es algo que se construye. Y esta es tu oportunidad para ponerte creativx.

Maximalismo no es desorden. Es narrativa. Es orquestar caos hasta que suene a sinfonía.

Y no, no es para todos. Solo para quienes entienden que el estilo no es discreción, es audacia y creatividad. La intención es sentirte comodx contigo en todo momento, sentir que elevas tu outfit para lucir , por que es momento de lucir y que todos te volteen a ver.